La Seguridad Social avisó en 2001 sobre cómo prevenir la silicosis

La Seguridad Social avisó en 2001 sobre cómo prevenir la silicosis

La Seguridad Social ya avisó hace 22 años de los riesgos de usar silicosis y elaboró un informe para prevenir los riesgos laborales derivados de trabajar con este material. Además, multitud de decretos y otros informes posteriores destacan y ponen el foco en la prevención de enfermedades como la silicosis. Los afectados por esta enfermedad reclaman tanto al proveedor como a los talleres marmolista la falta de información acerca del uso y del tratamiento que se tenía que dar a los materiales. Empresas como Cosentino, Compac y hasta una compañía israelí Caesarstone se están viendo afectadas por una oleada de demandas.

La guía técnica para la evaluación y prevención de los riesgos relacionados con los agentes químicos en e trabajo, elaborada por el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, defiende en su artículo 5 que será el empresario quien garantice “la eliminación o reducción al mínimo del riesgo que entrañe un agente químico peligroso para la salud y seguridad de los trabajadores durante el trabajo. Para ello, el empresario deberá, preferentemente, evitar el uso de dicho agente sustituyéndolo por otro o por un proceso químico que, con arreglo a sus condiciones de uso, no sea peligroso o lo sea en menor grado”. Según dicho artículo la responsabilidad recae en el empresario, y por lo tanto, es quien debe informar y aportar las medidas de prevención y protección necesarias. Así, la sentencia del juzgado de Vigo es clara y asegura que “Cosentino era conocedor, al menos desde el 2000, de los riesgos y peligrosidad que conllevaba la manipulación del Silestone, y actuó de forma negligente al no facilitar información a sus clientes”.

La Seguridad Social expone el orden de prioridad de las medidas de prevención. “Los controles técnicos, equipos y materiales que permitan evitar o reducir al mínimo cualquier escape o difusión al ambiente o cualquier contacto directo con el trabajador que pueda suponer un peligro para la salud y seguridad de este”, es el primero. Una ventilación adecuadas y la protección individual ocupan un segundo puesto y solo cuando “las medidas anteriores sean insuficientes y la exposición con el agente no pueda evitarse por otros medios”.

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